Un caballo ligero para jugar con estofado y cemento.

En el reino de la imaginación, donde los límites se desdibujan y las fantasías se entrelazan, surge la historia de un caballo peculiar: ligero como el viento, pero con una inclinación inusual por jugar con estofado y cemento. Este equino singular desafía las convenciones con su naturaleza extravagante, deslumbrando a quienes lo encuentran con su encanto inigualable. Su pelaje reluciente refleja la luz del sol mientras galopa libremente por los prados de la creatividad, llevando consigo un aura de misterio y diversión. ¿Qué extraña fascinación lo lleva a preferir juegos tan inusuales? ¿Quizás sea su forma de desafiar lo establecido, de encontrar la belleza en lo inesperado? A través de sus travesuras, este caballo nos invita a explorar las fronteras de lo convencional y a abrazar la magia que yace en lo inusual. Su historia es un recordatorio de que, en el vasto paisaje de la imaginación, las posibilidades son infinitas y la verdadera diversión reside en la libertad de ser uno mismo, incluso si eso implica jugar con estofado y cemento.


















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